Los guatemaltecos están llamados este domingo a las urnas para elegir de forma definitiva a su nuevo presidente, aunque en esta ocasión las tornas se invierten y no figura como favorita la exprimera dama Sandra Torres, sino el cirujano Alejandro Giammattei, que aspira a sacar partido del rechazo que genera su rival en gran parte de la población.
Torres, exmujer del expresidente Álvaro Colom, compite en representación de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y logró la victoria en la primera vuelta con más de diez puntos de ventaja sobre su principal rival: 22 por ciento frente al 12 por ciento del candidato de Vamos por una Guatemala Diferente.
Sin embargo, y a falta de ver cuántos de los ocho millones de guatemaltecos llamados a votar ejercerán su derecho este domingo, Giammattei figura ahora como favorito. Una encuesta publicada esta semana por el periódico 'Prensa Libre' le concede una intención de voto del 61,1 por ciento, frente al 38,9 por ciento de Torres.
Giammattei está llamado a arrastrar no solo el voto de sus simpatizantes, sino también el de quienes no quieren que la exmujer de Colom se haga con la presidencia. No en vano, mientras que un 73,5 por ciento de los guatemaltecos tienen una opinión buena o muy buena de Giammattei, el nivel cae al entorno del 53 por ciento en el caso de Torres, según un sondeo de CID-Gallup.
Ambos políticos coinciden en que la actual no es su primera carrera hacia la Presidencia, ya que Giammattei, por ejemplo, ya intentó otras tres veces hacerse con el poder. En su caso, su principal lastre ha sido un pasado relacionado con ejecuciones extrajudiciales en las cárceles cuando era el jefe del servicio penitenciario, si bien fue exonerado.
Para Torres, por su parte, supone el tercer intento. Se divorció de Colom en la fase final de su Gobierno tras haber declarado abiertamente su deseo de ocupar el sillón presidencial en los comicios de 2011, pero la Justicia prohibió entonces su candidatura por el veto a familiares de mandatarios salientes.
Lo volvió a intentar en las elecciones presidenciales de 2015, en las que logró pasar a una segunda vuelta donde fue derrotada por Jimmy Morales, que el 14 de enero abandonará el cargo, puesto que la Constitución de Guatemala prohíbe la reelección.
La segunda vuelta presidencial se realizará en medio de acusaciones al Tribunal Supremo Electoral (TSE) por los fallos en el sistema de visualización de resultados preliminares de la primera ronda, cuyos datos llegaron a ponerse en duda. El TSE ha defendido que "el error de programación ha sido técnicamente subsanado" y ha organizado esta semana un simulacro de transmisión de datos.
Los grandes temas
Entre los grandes titulares que ha dejado el proceso electoral de 2019 están los de las ausencias, en concreto las de la ex fiscal general Thelma Aldana y Zury Ríos, hija del exdictador Efraín Ríos Montt, dos potenciales favoritas que fueron descartadas por la Justicia. Aldana se quedó fuera por una investigación abierta por posibles delitos económicos, mientras que Ríos no pudo presentarse por el artículo constitucional que veta al entorno del exdictador.
En cuanto a los temas de discusión, inseguridad, corrupción y migraciones han copado gran parte de los mensajes en campaña, salpicada en esta última semana por la nueva investigación abierta contra el expresidente Otto Pérez Molina --ya encarcelado-- por su supuesta vinculación con una red que repartía sobornos entre autoridades a cambio de tratos de favor a empresarios.
Morales, que llegó al Gobierno bajo la proclama de "tolerancia cero" en respuesta a la caída de Pérez Molina, también está siendo investigado por la presunta financiación ilegal de la campaña de 2015, y su hijo y hermano están cuestionados por fraude fiscal. Además, una quinta parte de los actuales diputados tienen casos abiertos por corrupción.
Sin embargo, la inseguridad sigue siendo la principal preocupación de los guatemaltecos, como resaltó el 36,9 por ciento de los ciudadanos interrogados en el sondeo de CID-Gallup. Le siguen el desempleo, con un 19,30 por ciento, y el elevado coste del nivel de vida y la corrupción, ambos problemas señalados por un 10,90 por ciento de los encuestados.
La política migratoria se ha colado en campaña tras el acuerdo sellado entre los gobiernos de Estados Unidos y Guatemala y que, 'de facto', convierte a este último en un "tercer país seguro" donde dejar a los solicitantes de asilo a la espera de que se resuelvan sus peticiones. Tanto Torres como Giammattei han expresado sus dudas sobre los detalles y tramitación de dicho pacto.